Bilbao se prepara para la final inglesa de la Europa League

20 de mayo, 2025 | 10.05

Bilbao espera la afluencia de más de 50.000 aficionados ingleses del fútbol cuando el Tottenham Hotspur y el Manchester United se enfrenten el miércoles en la final de la Europa League.

Las autoridades españolas han reforzado el estadio de San Mamés, donde el Athletic de Bilbao hace de local y situado en el centro de la ciudad, con una valla de tres metros de altura y estrictas medidas de seguridad.

Los servicios municipales de la ciudad vasca, incluidos los de movilidad, limpieza y seguridad, se han visto notablemente alterados debido a los amplios planes establecidos para garantizar que el acontecimiento se desarrolle de forma ordenada y segura, dijo el Ayuntamiento de Bilbao. Esto ha obligado a los bilbaínos a cambiar sus rutinas habituales.

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Más de 3.000 agentes de policía se desplegarán en la ciudad y supervisarán tres anillos de seguridad alrededor del estadio, restringiendo el acceso únicamente a los poseedores de entradas y a los residentes locales a partir del miércoles por la mañana.

Además, se han instalado zonas de aficionados equipadas con pantallas gigantes, actividades recreativas y más de 60.000 litros de cerveza fuera del centro de la ciudad para atraer a los aficionados sin entradas para el partido lejos del perímetro de seguridad.

A cada afición se le asignaron casi 15.000 entradas para el partido y el resto fueron entregadas a patrocinadores de la UEFA o ya aseguradas por neutrales, mientras los dos clubes en apuros luchan por un título que clasificará a uno de ellos para la Liga de Campeones de la próxima temporada.

Para minimizar el riesgo de enfrentamientos, los dos grupos de aficionados se mantendrán en zonas separadas, a 2,5 kilómetros de distancia, antes del saque inicial.

Los costes de alojamiento se han disparado debido a la limitada capacidad hotelera de Bilbao, de unas 13.000 plazas. Muchos aficionados han tenido que alojarse en lugares tan lejanos como Cantabria, Gipuzkoa o Álava, todos ellos a más de una hora en automóvil de Bilbao.

Los controles fronterizos han sido reforzados por la Policía Nacional española. El aeropuerto prevé recibir el triple de vuelos de lo habitual esta semana, incluidos 174 aviones privados entre el martes y el miércoles.

A pesar del importante número de aficionados, no se espera que se acerque siquiera a los 150.000 seguidores escoceses y alemanes que acudieron a Sevilla hace tres años con motivo de la final de la Europa League entre el Rangers y el Eintracht de Fráncfort.

A pesar de que el jefe de la Policía española manifestó entonces su preocupación por la posibilidad de que se produjeran "graves problemas", no se registraron incidentes de importancia y los aficionados llenaron el estadio Sánchez Pizjuán, agotaron todas las localidades y ofrecieron un espectáculo para la historia.

Con información de Reuters

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